Bajo este inquietante título se esconde un conjunto de servicios muy interesantes y atractivos para el tejido industrial de nuestras empresas. Primero me gustaría reseñar que el outsourcing de ingeniería trata de la externalización de servicios y operaciones que se llevan a cabo en el día a día en cualquier empresa de nuestro entorno, el mismo trabajo, pero siempre mejorado, optimizado, con altas dosis de creatividad, innovación y con una mejora de costes e incremento de la eficiencia. Hasta aquí creo que nadie podría resistirse a su incorporación, pero aún hay más.
Hablemos entonces de un aumento de las capacidades de la empresa y el aumento de competitividad que eso supone al poder abordar proyectos puntuales que requieran conocimientos técnicos avanzados y servicios transversales de alto valor añadido. Todo esto con el ahorro de costes que supone una estructura fija de cualquier departamento y eliminando los periodos de prueba o formación que suponen departamentos complejos como los de ingeniería. Obtenemos también una mayor flexibilidad en la adaptación a las mayores cargas de trabajo puntuales, eliminando así costes ociosos en épocas valle de la organización.
Será muy valorado el poder contar con personal de gran experiencia y cualificado en diferentes áreas de conocimiento y normalmente complementadas de diversos sectores relacionados entre sí, teniendo por tanto una visión más amplia y con mayor perspectiva de problemas técnicos y complejos. No cabe duda que el personal interno de la empresa juega un papel importantísimo en la implantación de cualquier servicio de outsourcing, aportando su conocimiento integral de la organización y sus procesos internos.
Contar con un servicio de outsourcing de ingeniería como el ofrecido por Ingenioo Studio, nos permitirá por tanto abordar proyectos que antes no eran posibles a pesar de ser necesarios y beneficiosos para la empresa, aportando un plus de innovación y creatividad. Trabajar con ingenieros externos con experiencia profesional heterogénea, pueden aportar un mayor control de los proyectos de nueva implantación o que ya se encuentren en marcha y donde intervienen distintos departamentos de la empresa. Un control externo o “Project Management” suele funcionar de una manera óptima.
La confidencialidad suele ser un punto importante a tratar en estos servicios externalizados y un quebradero de cabeza para sus dirigentes. Nuestro consejo siempre será la firma de un acuerdo completo de confidencialidad entre las partes donde queden reflejados los puntos críticos de la relación profesional.
Solo me queda por tanto, recomendar fervientemente su consideración como una alternativa más en la búsqueda de la mejora de las organizaciones industriales, su apuesta incansable por la creatividad, innovación, optimización de recursos y competitividad.
